Las imágenes publicitarias, el comercio y los referentes de estatus actuales nos envían señales explicitas de cómo deben ser nuestras vidas para ser satisfactorias, creando necesidades ficticias y banales de objetos costosos y obsoletos de los que nos volvemos dependientes
Si bien la tecnología ha facilitado todas las cosas que hace años eran realmente complicadas volviendo nuestra vida más confortable, lo que no vemos es el inconveniente que esto a la vez a creado.
Un claro ejemplo de ello se resolvería con una respuesta de su parte: puede
Ud. estar un día sin su teléfono celular?
La experiencia me dice que la mayoría de las personas sufre mucho si por un
olvido a dejado su celular al salir de casa rumbo al trabajo, y pensando en
retrospectiva, nuestros padres llevaron una vida normal sin este tipo de
comunicación , pero a qué va esto? no estoy en contra de la tecnología ni de la
comunicación (es evidente) pero todos estos estándares han creado una expectativa
de lo que una persona necesita para ser feliz, y el concepto reinante en toda
esta estructura consumista son la "comodidad" y el
"confort", lo cual tampoco es negativo… del todo, pero a la larga nos
hace desear una vida enfocada al placer, al hedonismo, y cuando nos toca enfrentar
su antagónicos, el disconfort y la incomodidad es cuando aparecen los
problemas.
Tenemos pánico al sufrimiento y ante situaciones adversas no tenemos
herramientas cayendo ante la depresión el estrés negativo, o los famosos
ataques de ansiedad, entre otras manifestaciones comunes.
Autores como Diener (1999) , o Selligman (2011) han abordado a
profundidad el bienestar en el ser humano y destacan la importancia de ampliar
el sentirse bien al manejo de las emociones negativas como parte del desarrollo
personal, de hecho hay estudios que revelan que las personas actúan con más
eficacia en momentos de confusión y estrés en la resolución de conflictos, que
cuando se encuentran tranquilas y calmadas.
Lo que deseo expresar es que el malestar en el ser humano es útil y necesario,
además que es inevitable, pero debemos estar profundamente convencidos que de
las situaciones negativas podemos sacar fortalezas psicológicas en pro de
nuestro desarrollo, lo ha dicho el siglo pasado Victor Frankl:
Si no está en tus
manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la
actitud con la que afrontes ese sufrimiento.
Frankl relata sus vivencias en el campo de concentración y en este relato
las más hermosas reflexiones acerca de
la capacidad del ser humano, y como en las peores condiciones puede contribuir
a la felicidad de los otros y de sí mismo, reflexionemos: Frankl en las peores
condiciones sanitarias, incomunicado totalmente de su familia, sabiendo que su
esposa había fallecido en otro campo de concentración, casi sin alimentarse,
con los pies congelados en la nieve porque sus zapatos estaban rotos y además
viviendo el maltrato de los soldados y capataces nazis, pudo ser una persona
productiva, esto claro, no ocurrió mágicamente ni con un optimismo inmediato,
el vivió momentos de ira, de frustración, de tristeza… pero se dio el tiempo
para vivirlos, para saborear este cáliz amargo, y luego logró reconciliarse con
la vida… el resto el historia…
Nosotros con nuestros problemas, que pueden ser pequeños o muy grandes… a
veces nos dejamos ganar, a veces sacamos lo peor de nuestra personalidad, y a veces
huimos acercándonos a los vicios (alcohol, relaciones vacías, compras
compulsivas)… y después pasar por estos momentos terribles no aprendemos nada
de ello… o si?
Si la vida fuera todo alegría y felicidad, si el cáliz dulce fuera pan de
cada día… como sería la vida? … en realidad conocería lo que es alegrarme? En realidad
disfrutaría los momentos?..
Ante la adversidad lo recomendable es no huir, es darse el tiempo para la
reflexión, para el sufrimiento, no es masoquismo, es simplemente que en la mayoría
de los casos me han llevado a las circunstancias en las que me encuentro, pero
si no logro darme cuenta de ello… muy poco me servirá para aprender de ello… si
tiene que llorar… llore, si tiene que gritar… grite… si tiene que sufrir…
sufra.
Trabajos citados
Diener, E. Suh, E. Lucas, R. E., y Smith. (1999). Subjetive
Well- being. Three decads of progress. Psychologycal Bulletin , 125,
276, 302.
Frankl, V. (1946). El hombre en busca de
sentido. Barcelona, España: Herder
Seligman E. P., M.
(2011). Flourish: A Visionary New Understanding of Happiness and Well-being
Hardcover. New York: Free Press.