miércoles, 5 de junio de 2013

REFLEXIÓN ACERCA DEL AMOR DESDE UNA VISIÓN HUMANISTA

Muchos autores han descrito al amor, algunos desde el arte o la poesía, pero dentro de las mejores propuestas de la psicología he elegido a dos de mis favoritos, Fritz Perls, conocido como el padre de la Psicoterapia Gestáltica y Erich Froom  cuya obra “El arte de amar” es uno de los clásicos de la literatura de todos los tiempos.
Comenzaré este artículo con la Oración Gestáltica de Frits Perls, que refleja, a mi modo de ver, el verdadero amor, el amor puro de aceptación incondicional, lejano de los engañosos sentimientos en los que uno toma posesión del otro, o en los que dentro de una relación, uno de los dos integrantes, tiene la lejana esperanza de que el otro cambie para que la relación funcione.
Saquen sus propias conclusiones…

Yo soy Yo.
Tú eres Tú.
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas.
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú.
Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos,
será maravilloso.
Si no, no puede remediarse.
Falto de amor a mí mismo,
cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a ti,
cuando intento que seas como yo quiero,
en vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo


En segundo lugar me permitiré citar a Erich Froom desde su obra “El arte de amar”. Para Froom el amor es un arte, y como tal necesita de  conocimiento y esfuerzo. El problema de nuestra sociedad es que somos personas sedientas de amor, en donde los medios masivos, las redes sociales y todo lo que nos rodea habla de amor y sin embargo nadie cree que hay algo que aprender de este arte.
El primer problema para este autor radica en que concebimos al amor como un objeto y no como una facultad, es así como culturalmente vamos por la vida preocupados si mereceremos o no ser amados, y no nos detenemos a pensar en  nuestra capacidad de dar amor.

La critica a nuestra cultura occidental está centrada en que pensamos que vamos a conocer a nuestra pareja como en las películas, o como en los cuentos de hadas, en los que de un encuentro inesperado nace una ilusión, con esta la pasión y  a partir de ahí “vivieron felices para siempre”. Pero la realidad es que dos desconocidos comienzan a conocerse y se sienten cercanos, lo que llamamos enamoramiento, y en ese momento tratamos de volvernos una unidad con el otro, necesitamos estar juntos en cada momento, sentir la piel del otro, su olor, su cercanía, hasta llegar a la intimidad de la pasión, pero las cosas comienzan a cambiar conforme las personas se van conociendo a profundidad, el carácter mágico del amor se va desvaneciendo hasta llegar al aburrimiento, de ahí la broma, “a tu lado el tiempo ha pasado como 5 minutos.. pero bajo el agua”.

El amor erótico, como llama Froom al amor de pareja, tiene una premisa:
“Amar desde la esencia del ser -y vivenciar a la otra persona en la esencia de su ser... El amor debe ser esencialmente un acto de la voluntad, de decisión de dedicar toda nuestra vida a la de la otra persona”
Entendido de esta manera el amor es mucho más que un sentimiento, es un compromiso, una promesa.


De esta manera el matrimonio en realidad debería concebirse como algo que dura toda la vida, como lo promulga la iglesia católica, pero en lugar de estar unidos porque lo que ha unido Dios no lo puede separar el hombre, debemos estar unidos indosolublemente  porque comprendemos al amor como una capacidad humana infinita y extendible a toda la humanidad, por medio de la cuál nos proyectamos hacia el mundo.


Concluyendo esta breve reflexión quiero destacar algunos puntos relevantes:
·         El verdadero amor es desinteresado, no se impone, deja ser, deja vivir, es libre.
·     El amor es más que un sentimiento, es una promesa un compromiso, un acto de voluntad.
·         El tema que de verdad debe preocuparnos no es a quién amar, sino como amar.